10 diciembre 2012

Deportes: El enemigo habita en casa (Cristian Serrano)

Cuatro copas de Europa, veintiuna ligas, veintiséis copas del Rey, dos mundialitos de clubes y cuatro supercopas de Europa encabezan una de las más abultadas salas de trofeos futbolísticos del mundo entero. Efectivamente, hablo del F. C. Barcelona quien además viene practicando un exquisito futbol en los últimos años acompañado de una envidiable y casi irrepetible generación de futbolistas criados en su propia casa. 
Pero no, no estoy aquí para halagar al Barcelona, por paradójico que resulte el líder de la liga bien merece una corrección, como todos es humano, por tanto, tiene errores.
 En tiempos de análisis político por la actual situación de la comunidad catalana dentro de España, el Barcelona, equipo laureado y amado en todo el territorio español y fuera de él, se mete en camisas de once varas por aquello de defender a su país.

Sandro Rosell, un tipo aparentemente decente, y que se desgañitaba la voz diciendo aquello de: ¡Aquí no haremos propaganda política! ¡Eso forma parte del pasado de Laporta! Como si se tratara de un pecado imperdonable y del que además aparentaba sentir repugnancia, ni corto ni perezoso Rosell en su mandato ha tenido una política de club que poco discierne de la anterior.


Destaca una consulta popular sobre la independencia catalana cuya sede fue el Camp Nou aprobada por Laporta durante su mandato y no aplazada por Sandro. No es el último episodio de corte político e independentista que protagoniza el club culé desde que, el pasado 11 de septiembre, participara de manera activa en los actos de la Diada que dispararon las peticiones de independencia para esta Comunidad Autónoma.

El último de estos hechos fue el pasado seis de diciembre cuando tras conocer el borrador de la nueva reforma educativa, el club azulgrana se lanza a la guerra lingüística defendiendo un supuesto ataque a la lengua catalana.

"El FC Barcelona quiere reivindicar de manera enérgica la lengua catalana y el modelo de inmersión lingüística vigente en Catalunya en los últimos 34 años.

La lengua, como nuestro Club, es un elemento de integración que permite identificarse con el país, al margen de procedencias y sensibilidades. La lengua catalana y su enseñanza en las escuelas forma parte de nuestra identidad y es un elemento esencial para la cohesión social y la convivencia de nuestro pueblo.

Por este motivo, el FC Barcelona se pone al servicio del país, como ha hecho a lo largo de su historia, para defender nuestra cultura y nuestra identidad."

Esta es la otra cara, el Barsa tontorrón, ese que se olvida de la cantidad de simpatizantes y aficionados que tienen en ese lugar del que se quieren marchar. Es él mismo y no otro su propio enemigo.

http://www.paginasdigital.es/v_portal/informacion/informacionver.asp?cod=3292&te=&idage=&vap=0&codrel=1928

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