28 febrero 2013

#GraciasBXVI Ana Isabel Tadeo:"Sus libros y escritos son un gran legado para todos"

Cuando recibí la noticia de la renuncia de Benedicto XVI, había terminado de rezar el Ángelus con Radio María, como casi todos los días y estaba esperando al rezo de la hora intermedia. Recuerdo que el primer momento fue de “sorpresa y susto”, y me puse a buscar la noticia en Internet, pude leer el comunicado enseguida, y cuando lo leí pensé que era una decisión: valiente, inteligente, y sobre todo humilde.

Acostumbrados como estamos, a que en la vida civil, cueste dar el relevo a gente más joven, reconocer que uno no tiene fuerzas suficientes, es una gran enseñanza, viniendo además de alguien con un puesto tan importante como el suyo. Más tarde pensaba que con su gran inteligencia habría pensado que si en poco tiempo se iba degenerando mentalmente, habría otros que tomarían las riendas, y en realidad su magisterio no sería en unos años exactamente dicho por el Papa, así que mejor una retirada a tiempo.


Ha sido un Papa que llegó cargado de “historias raras” que nos vendían los interesados, pero que con el paso del tiempo ha ido ganando “muchos enteros” entre los cristianos de a pie. Ante los grandes problemas que le han sobrevenido ha actuado con mano firme y valiente, sobre todo sin mirar a otro lado.

Sus libros y escritos son un gran legado para todos, y algo muy importante que nos ha dejado casi como un último regalo, ha sido convocar el Año de la Fe. Esta convocatoria nos ha interpelado a laicos, consagrados, sacerdotes, obispos….a todos nos ha puesto a trabajar espiritualmente de manera directa o indirecta, no podremos decir nunca que nos hemos dormido mientras él rezaba. Son tantos los acontecimientos programados en torno a ello, libros, escritos, meditaciones sobre el Credo, conferencias, cantos, procesiones… que ninguno de los que nos llamamos cristianos podemos decir que no hemos tenido un momento para pararnos a pensar : ¿Qué es la Fe para mí? ¿Soy cristiano, por qué?.... En un mundo que parece que cada vez se ha ido separando más de Dios, este Año de la Fe, aparece providencialmente, para hacernos salir de nuestro letargo a todos los que nos llamamos cristianos y para acercar también a los alejados.

Siempre recordaré su bendición, y su sonrisa al paso por delante nuestro en el Viacrucis de Madrid donde acudimos toda la familia, junto con nuestra Cofradía, cubriendo la estación número XIII.

GRACIAS Benedicto XVI por tu Ministerio y por estos ocho años de entrega al frente de esta barca.

Ana Isabel Tadeo (Valladolid)

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