08 marzo 2013

¿Quién podría ser el próximo Papa?, por Fidel Mateos


Me he esperado varios días hasta tener un criterio lo más elaborado posible. El caso es que tampoco ha variado mucho desde el 11F en que Benedicto XVI anunció su renuncia como Papa. Tampoco me parecía adecuado hacerlo antes del 28 de febrero, pero sí antes del cónclave lógicamente. Sería pretencioso decir que voy a acertar, aunque en el fondo todos los periodistas que de una u otra forma nos dedicamos a esto nos gustaría saber el primero quién será el próximo Papa.
Lo que sí he destacado en varias ocasiones es que tenemos un grupo de diez o quince cardenales que estarían perfectamente preparados y serían excelentes sucesores de san Pedro. También es cierto que nos encontramos en un momento especial al no haber muerto el anterior Santo Padre, todavía con la larga sombra del beato Juan Pablo II, teniendo en cuenta todo el trabajo intenso de Benedicto XVI, la renuncia por su salud y las referencias que ha hecho a la dificultad para gobernar la Iglesia. Ciertamente me han hablado de serios problemas especialmente en el interior de la Curia Vaticana.

Si fuera Cardenal a día de hoy, cosa que todos sabemos que ni hoy ni nunca sucederá, buscaría una continuidad con el Papa ahora emérito, de tal forma que finalice todo el buen trabajo, con mano firme, que ha realizado desde 2005. Lógicamente Benedicto XVI no se ha manifestado por un candidato pero ha tenido gestos con varios cardenales que podrían indicar una preferencia y una sintonía. En esta lista, en mi opinión siempre, estaría Angelo Scola, italiano y arzobispo de Milán, que ha bebido de las mismas fuentes teológicas, que ha sido promovido para la importante sede milanesa, cercanos ambos al movimiento de Comunión y Liberación (lo que podría restarle apoyos), y de gran sintonía. Organizador de la última Jornada Mundial de las Familias. Tiene 71 años y twitter en el que escribe en italiano y español. Otro cardenal muy cercano al Papa emérito es Marc Ouellet, canadiense, actual Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Se ha encargado de los buenos nombramientos de este Pontificado en cuanto a obispos, así como de la cantidad de renuncias aceptadas antes de la jubilación. Habla también correctamente seis lenguas, y estuvo de misionero  en Colombia. Es miembro de la Sociedad de Sacerdotes de San Sulpicio, y nunca ningún Papa en la modernidad ha pertenecido claramente a sociedad ni movimiento ni congregación religiosa. Tiene a su favor su labor pastoral al frente de la archidiócesis de Québec antes de trabajar en la Curia Vaticana. Tiene 68 años. Otro muy cercano al Papa, algo que pude comprobar in situ en Sydney, es su arzobispo el cardenal George Pell, australiano de 71 años. Se encargó de organizar la XXIII Jornada Mundial de la Juventud y se le ha propuesto para cargos en la curia, algo que ha rechazado. Muy formado doctrinalmente y con buena presencia que habla claro sobre cualquier tema. 
En un segundo grupo de afines a Benedicto XVI estaría el cardenal Gianfranco Ravasi, italiano de 70 años, que hasta ahora presidía el Consejo Pontificio para la Cultura, impulsor también de una de las grandes apuestas de este Pontificado: la Nueva Evangelización, y elegido para predicar los últimos ejercicios espirituales a la Curia. En este grupo de cercanos al Papa emérito estaría también el cardenal Tarsicio Bertone, actual Carmarlengo y hasta ahora Secretario de Estado de la Santa Sede. Es poco probable pero está claro que ha sido el gran hombre de confianza para bien y para mal. En su contra una cantidad de electores que no lo verían adecuado, el ser salesiano y la edad pues tiene ya 78 años. Y dado que está siendo todo bastante novedoso con la primera renuncia de un Papa en siglos apunto otro nombre de una persona que no es cardenal y que se le ha encomendado una diócesis bastante importante, y que además cuenta con el apoyo de Bagnasco y de Bertone, me refiero al Patriarca de Venecia,Francesco Moraglia. Tiene 59 años y simplemente habría que ir a avisarle durante el cónclave y preguntarle si aceptase ser el nuevo Papa. Todo podría pasar.
Al final, aunque inspirados por el Espíritu Santo, pero los que votan son hombres, y podemos buscar aquellos candidatos con más afinidad a uno mismo, que tengan más cercanos no sólo geográficamente sino culturalmente, con experiencia, que conozcan bien la Curia, y pudieran tener el apoyo de un buen grupo de cardenales. En este sentido más o menos la mitad de cardenales son europeos y esto podría jugar a favor de Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana y arzobispo de Génova y tiene 70 años. Cuando lo conocí hace unos años vi en él bastantes cualidades, tendría el apoyo de la mayoría de los italianos y podría tenerlo de europeos. Es quizás entre todos el pueda tener una imagen de más seriedad, pero ya hemos visto que no ha sido impedimento para Ratzinger. Sería un buen Secretario de Estado haciendo tándem con Scola por ejemplo. Hay otros cardenales de los que se habla poco pero que sin ser italianos ni alemanes podrían ser alternativas a un italiano, pero en todo caso europeo. Sobre todo de regiones en que entienden perfectamente qué significa la descristianización y la Nueva Evangelización, me refiero al cardenal André Vingt-Trois, arzobispo de París y presidente de la Conferencia Episcopal Francesa. Tiene 70 años y experiencia pastoral. Otro francés sería el cardenal Philippe Barbarin, arzobispo de Lyon y de 62 años, que tiene como curiosidad que nació en Marruecos lo que sería un excelente puente con el mundo árabe y el islam. Y por último dentro de este grupo de europeos el cardenalChistoph Schönborn, arzobispo de Viena de 68 años. Cercano también a Benedicto XVI ya desde antes de ser Papa, y uno de los redactores del Catecismo actual.
Es verdad que Norteamérica está teniendo mucho peso y que vienen desde allí cardenales muy bien preparados y con una actualidad eclesial y frescura que vendrían muy bien a la Iglesia también. Ya he mencionado al propio Ouellet, pero también estarían el carismático Timothy Dolan, de 63 años, arzobispo de Nueva York y presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos. Quizás demasiado “libre” para algunos, pero que tendría el apoyo de otros. También tenemos al cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington y de 72 años. Para mí el favorito americano. Y por último al cardenal Seán Patrick O´Malley, arzobispo de Boston de 68 años y monje capuchino. Gusta mucho entre los estadounidenses.
Después tendríamos el grupo de los hispanoamericanos, con tres pesos pesados. El primero es el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, de 70 años y presidente de Cáritas Internacional. Es salesiano y tiene un don de gentes que pude comprobar con un gran abrazo hace unos años al presentármelo. A muchos les gustaría verlo de Papa, pero al final el voto es de los cardenales electores. En Brasil dos cardenales Odilo Pedro Scherer (que si sale con ese nombre no quiero ni pensar qué pasaría entre los creyentes en profecías apocalípticas…), tiene 63 años y es arzobispo de Sao Paulo. De origen alemán además de brasileño. Podría hacer un buen tándem con un Secretario de Estado con más experiencia que él en la Curia. Y el cardenal Joao Braz de Aviz, arzobispo de Brasilia hasta que el Papa le nombró Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada. Tiene 65 años y una vida muy intensa entre su pueblo. Tienen el aliciente de que la próxima Jornada Mundial de la Juventud será en Brasil.
Prácticamente descarto que el próximo Papa venga de África o de Asia, pero en todo caso tenemos también cardenales muy bien preparados como el cardenal John Onaiyekan, arzobispo de Abuja en Nigeria con mucha experiencia pastoral, buen teólogo, conoce la Curia y ha sido candidato para el premio Nobel de la Paz. El candidato asiático sería el carismático y cantante Luis Antonio Tagle, cardenal y arzobispo de Manila, y es el segundo más joven del colegio cardenalicio con 55 años. Ya digo que los veo poco probables.
Dejo otros cuatro nombres como son el cardenal Mauro Piacenza, italiano de 68 años, y Prefecto de la Congregación para el Clero pero sin experiencia pastoral. El cardenal Peter Erdo, húngaro de 60 años, arzobispo de Budapest y especialista derecho canónico. Y por último menciono a dos españoles, en primer lugar al cardenal Antonio María Rouco, arzobispo de Madrid, que ya tiene 76 años y preside la Conferencia Episcopal Española. Aunque tenga tanto peso en España y en varios dicasterios vaticanos me parece poco probable que salga elegido, y con alguna opción más estaría el cardenal Antonio Cañizares, amigo personal de Benedicto XVI al que llamó desde la sede primada de Toledo a presidir la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Buen hombre, con experiencia ya en el Vaticano y buen conocedor de la realidad europea.
Sea el que salga elegido la próxima semana será un gran Papa porque ya hemos visto la cantidad de personas preparadas que tiene actualmente la Iglesia. Estos días han hablado mucho de los retos de la Iglesia y del perfil que podría tener el próximo Papa, que será el conozca toda la realidad del caso Vatileaks entre otras cosas. Pienso que la elección durará pocos días por todo el trabajo previo de esta semana, pero si sorprendente para muchos fue la renuncia de Benedicto XVI ya todo puede pasar, y todo para el bien de la Iglesia.
http://fidelmateos.wordpress.com/2013/03/08/quien-podria-ser-el-proximo-papa/#more-263

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